La deslocalización empresarial y sus consecuencias
La deslocalización empresarial tiene como objetivo principal abaratar los costes de una empresa, pero también puede haber otras finalidades como la búsqueda de mejores infraestructuras o de un personal más cualificado.
En cualquier caso, la deslocalización de empresas consiste en trasladar la actividad industrial de un país o región a otro lugar del mundo. En este proceso existen ciertas ventajas y desventajas que pueden llevar a un empresario a instaurar la deslocalización.
¿Cómo favorece la deslocalización a la empresa?
La práctica de la deslocalización de la empresa apareció a finales del siglo XX cuando se afianzo la libre circulación de bienes, servicios y capitales. Si centramos la deslocalización de la empresa en términos económicos, encontramos que:
- Se abaratan los costes de producción del negocio.
- En consecuencia, se incrementan los beneficios de la empresa.
- Ayuda a la bajada de precios a nivel mundial, ya que el salario donde se traslada la actividad industrial es menor.
Esta idea está basada en una deslocalización empresarial de una multinacional nacida en un país desarrollado que traslada su producción a un país menos desarrollado. Esto es así porque los salarios son más bajos y de ahí el beneficio económico del negocio.
Pero es importante no olvidar las ventajas competitivas o estratégicas que arroja la deslocalización de una empresa con el traslado de estas actividades productivas a un determinado país o región:
- Costes más bajos, pero no solo en mano de obra, también en otros aspectos como en energía, fiscalidad, seguridad laboral, recursos naturales…
- Existencia de personal más cualificado o un sector tecnológico más especializado.
- Mejores infraestructuras y más adaptadas en cuestión de comunicaciones, transporte, logística…
- Facilidad de acceso a ciertos mercados.
Consecuencias de la deslocalización empresarial
La deslocalización de empresas es un tema muy debatido en el que encontramos posiciones enfrentadas. Como consecuencias negativas de esta práctica:
- Se puede producir un descenso del trabajo en el país de origen.
- Disminución del pago de impuestos en el país.
- Efecto dominó en las empresas no deslocalizadas que se enfrentan a dificultades para competir.
Por el contrario, como consecuencias positivas destacan:
- Generación de empleo y reducción del paro en el país donde se traslada dicha actividad.
- Disminución del precio de los productos industriales a nivel mundial.
- Mejora de la situación laboral y salarial de los trabajadores del país receptor, además de mejorar la cualificación de la mano de obra y la difusión de la tecnología.
Ante una expansión de tu empresa en otro país o constitución de una nueva sociedad, es importante que cuentes con asesoramiento especializado. Si lo necesitas, contacta con MZG Asesores como especialistas en el asesoramiento a las empresas.
Comentarios