¿Qué hacer si se genera patrimonio neto negativo en mi empresa?

Si tu negocio se encuentra en una situación de patrimonio neto negativo, lo más probable es que te preocupes porque indica una mala salud financiera de la empresa.

¿Qué significa el patrimonio neto negativo?

El patrimonio neto es la diferencia entre el activo y el pasivo. Es decir, se trata del resultado entre lo que tiene la empresa y lo que debe.

Cuando la diferencia entre el activo y el pasivo es inferior a la mitad de la cifra de capital social, hablamos de patrimonio neto negativo.

Quizás entiendas mejor el patrimonio neto con un ejemplo cuando esto ocurre: imagina que el capital social aportado al constituirse la empresa es de 20 000 euros. Llegado un momento el balance de la sociedad indica pérdidas por 12 000 euros y, por tanto, su patrimonio neto es de 8 000 euros.

 ¿Qué consecuencias tiene el patrimonio negativo en la contabilidad?

• Disminuye la solvencia financiera y la capacidad del negocio para cumplir con sus obligaciones.
• Dificulta obtener financiación externa con el fin de revertir la situación, por el alto riesgo que supone.
• Implica una reestructuración financiera, como venta de activos o renegociación de términos de la deuda.

En resumen, la normativa societaria considera este desequilibrio patrimonial un riesgo por la imposibilidad de atender las obligaciones de pago por parte de la empresa. En este caso, obligará a los socios y administradores a disolver la empresa, a no ser que se adopten unas medidas que puedan estabilizar de nuevo este patrimonio neto negativo.

Algunas opciones para reequilibrar el patrimonio neto de una empresa

• Aumentar el capital social a través de la inversión directa de los socios. De este modo, se incrementan los fondos propios de la empresa.

• Reducir el capital social por pérdidas, siempre que la sociedad tenga capital suficiente para poder hacerlo. Consiste en disminuir el valor nominal de las acciones o participaciones, así como la amortización de algunas o su agrupación para compensar las pérdidas.

• Aportar, de manera directa y por parte de los socios, la cantidad necesaria para cubrir las pérdidas o cantidades superiores. Se realiza a una cuenta específica llamada a fondo perdido.

• Realizar préstamos de los socios a la sociedad, cuyo interés a percibir está ligado a la evolución de la actividad de la empresa.

• Hacer una doble operación que consiste en reducir el capital social a cero o por debajo de la cifra mínima legal para que el balance quede limpio.

Si tu empresa tiene un patrimonio neto negativo y se encuentra en una situación delicada, cuenta con un asesoría para pymes que te ayude a reconducir tu negocio.